Hace un tiempo conocí a una familia basada en el típico modelo patriarcal: padre proveedor y trabajador, mujer ama de casa y criadora de los hijos. En muchas ocasiones se discutió el hecho de que ella también trabajara para aportar más dinero a la casa y que él ayudara con la crianza de los hijos de una forma más activa. Décadas pasaron discutiendo lo mismo pero el modelo nunca cambió, ella nunca trabajó y él mantuvo su postura machista de padre proveedor. La adversidad se hizo presente y el hombre murió repentinamente de un infarto. Esta historia es real. La mujer no tuvo más remedio que cambiar todos sus hábitos, ahora siendo padre y madre a la vez, teniendo que trabajar y solucionar todo lo que antes solucionaba él, incluso tomando las decisiones importantes que antes sólo le correspondían a él. Se vio obligada a salir totalmente de su zona de confort y a dejar viejos hábitos para adquirir nuevos. La adversidad, como fuerza externa, la obligó cambiar y a actuar, a desarrollarse y crecer. Hoy día tiene un puesto de comida y un pequeño kiosco de los cuales vive.

Este es un ejemplo triste, pero ilustra una realidad: pocas son las personas que dedican verdadero esfuerzo a cambiar voluntariamente, la mayoría espera a estar en el precipicio, la mayoría espera a perder lo que tiene para valorarlo. En general, no salimos de nuestra zona de confort hasta que algo nos obliga a salir, y esto, en la mayoría de los casos, nos limita. Así pues, debes empezar a dejar hábitos negativos y construir hábitos positivos. Y que un hábito sea negativo o positivo dependerá de que sea bueno o malo para ti. Es decir, lo que es bueno para uno podría no serlo para otro, y viceversa. Solo tú puedes saber qué quieres de la vida y por tanto definir hábitos que te acerquen a ello (positivos) y dejar las costumbres que te alejan de ello (negativos).

Algunos estudios indican, como ya dije, que generar un nuevo hábito lleva aproximadamente 21 días de repetición constante. Es decir, si haces algo durante 21 días seguidos te acostumbrarás a ello y generarás un nuevo hábito pasando de hacerlo con esfuerzo y de forma consciente a hacerlo sin esfuerzo y de forma inconsciente. Está relacionado con el tiempo que tarda tu cuerpo en generar nuevas conexiones neuronales y afectar a tu cerebro y sistema nervioso. En contraparte, algunos estudios sugieren que podría llevar más tiempo si la persona suele consumir negatividad (televisión, personas tóxicas, revistas, diarios, internet, etc.), extendiendo el tiempo a 60 días. Deja de consumir toxicidad y en menos de un mes podrás crear un nuevo hábito en tu vida, de forma consciente y con un propósito definido. Para llevar esto a tu realidad debes aplicar la Novena Ley de forma consciente, la Ley de la concentración, que dice que aquello en lo que te centras crecerá. Con esto activarás luego el resto de las leyes. Ya te comenté sobre la importancia de pensar en lo que quieres y no en lo que no quieres. Aplica esto en cada aspecto de tu día a día, en tu vida misma. Cada vez que tiendas a pensar en lo que no quieres, detente y piensa en lo que sí quieres. Si vas a llegar a casa y sabes que vas a discutir con tu pareja porque se te hizo tarde y la cena se enfrió, detente y piensa en que llegas a casa y tu pareja en vez de pelear te comprende y entiende que no fue tu culpa, de hecho, hasta se sienta contigo a la mesa mientras comes tu cena calentada en microondas.

Recuerda que tu mente inconsciente no se centra en palabras que poseen un “no” por delante, sencillamente evade el “no” para procesar lo que le sigue. Por tanto, si declaras “ojalá que no llueva”, el punto de foco de la mente inconsciente es “llueva” y por tanto piensa en un día de lluvia, lo que consecuentemente atraerás en tu imaginación, y por ende repercutirá en tu estado de ánimo y comportamiento.

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